Por: Edgar Meritano
“I refer to myself as an intelligent life form because I am sentient and I am able to recognize my own existence” Puppet Master
Es el año 2029 y la humanidad ha seguido la presente tendencia hacia la automatización, Oshii nos presenta un mundo altamente tecnológico intuyendo ya en 1995 a la sociedad de redes, a la conexión inalámbrica como una realidad generalizada y social. Adelantándose a su tiempo, Oshii genera esta ficción proyectada sobre un futuro tecnológico donde nuestros seres virtuales son tan importantes como los físicos y la conciencia misma puede ser hackeada, alterada y secuestrada.
En este mundo físico virtual que inspirara a los hermanos Wachowsky pocos años más tarde para su revolucionaria Matrix (1999), se ubica la historia de Ghost in the Shell, cuya traducción sería aproximadamente “El Espiritu en la Carcaza” aludiendo a la relación que existe entre las cosas metafísicas y sus contenedores físicos.
Esta sociedad altamente tecnologizada es producto sin duda de las reflexiones de Tron y Terminator y como sus predecesoras, Ghost in the Shell versa también sobre inteligencia artificial: el terrorista conocido como Puppet Master es un programa que se concibe a sí mismo como “un ser conciente y capaz de reconocer su propia existencia”.
Un ser que nace del mar de la información que conocemos como “la red”. Puppet Master compara al ADN como un sistema de memoria cuya función es la preservación de la información que conocemos como vida; con base en ésta hipótesis Puppet Master cobra conciencia como un ser vivo que nace del mar de la información virtual. Así como hace millones de años la vida se dio en el planeta tierra en la forma de alguna bacteria unicelular, Puppet master surge del mar de la digitalidad como una correlación de datos autoconcientes y con base en esta premisa pide asilo político como una forma de vida.
La película versa sobre el futuro y la inteligencia artificial, con implicaciones éticas formidables e interesantes, sin duda Oshii es un visionario y ha inspirado grandes obras de ciencia ficción que han transformado el cine.
Puppet Master dice que “La humanidad ha subestimado las consecuencias de la automatización” y no es para tomarse a la ligera la advertencia del amo de los títeres.
Les recomiendo que si gustan de la ciencia ficción y la animación se acerquen a esta película, tanto en su discurso como en su técnica de animación es de una manufactura excepcional y los dejará pensando sobre las implicaciones ético-tecnológicas que nos tocará vivir.
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