jueves, 14 de marzo de 2013

Step Across The Border (Nicolas Humbert/ Werner Penzel, 1990)


Por: Laura Rosales




No tengo ninguna ilusión acerca de que mi trabajo haga un cambio material, social… yo no creo que eso sea posible. Por supuesto que cuando era joven lo pensaba… “podemos cambiar el mundo” …no pienso eso ahora.

Pero no soy un pesimista, ahora me siento mucho más alentado por las actividades locales, en un nivel más pequeño. No creo que mi trabajo tenga alguna vez un gran éxito comercial, y no lo quiero, no lo necesito… y creo que aún así no cambiaría nada. Pero si doy un concierto, y una persona  y sus ideas son seriamente afectadas por lo que hice , y esa persona viene a mí y me lo dice… lo encuentro maravilloso… y eso me pasa con frecuencia.

Fred Frith, Step Across The Border, 1990.



El 29 de septiembre de  2011, como parte de la Cátedra Extraordinaria Ingmar Bergman promovida por la UNAM, el músico e improvisador Fred Frith ofreció en México una charla respecto a los procesos de producción creativa involucrados en sus trabajos de musicalización y sonorización de materiales cinematográficos. En esa sesión, Frith reflexionaba acerca de las diferencias entre musicalizar y sonorizar cine de ficción y documental, y mencionó que:

 “…en una película de ficción, añadir música implica contextualizar la narración, mientras que en el documental permite aislar los sonidos para contar la historia por sí mismos, el sonido de la cotidianidad de las personas con una gran riqueza de ritmos. Así que para aprovechar ese recurso sólo es necesario prestarle atención” [1].

La frase anterior cobra un sentido avasallante cuando lo que se documenta es la vida de un artista sonoro.  

Para la realización de Step Across The Border, los directores Nicolas Humbert y Werner Penzel documentaron el día a día de Frith entre 1988 y 1990, siguiendo sus actividades a través de Japón (Tokyo, Osaka, Kyoto), Italia (Verona), Francia (Saint-Remy de Provence), Alemania (Leipzig), Inglaterra (Londres, Yorkshire), Estados Unidos (Nueva York) y Suiza (Zurich, Bern).



Volviendo a ese 2011 de la Cátedra Extraordinaria Ingmar Bergman (que, por cierto se realizó en las instalaciones del MUAC) recuerdo que Frith hizo una broma respecto a cómo fue que lo convencieron de grabarlo durante casi tres años “me dieron mucho vino y queso, estaba algo borracho” (guiño).

Rodado en 35 milímetros, en blanco y negro, este documental obtuvo el premio al Mejor Documental del European Film Award, en 1990. A través de sus imágenes podemos ver múltiples e interesantes momentos de la vida cotidiana del artista: Frith en la guitarra (el instrumento que descubrió a los 13 años y al que más ha recurrido desde entonces), Frith dirigiendo a otros músicos, Frith tarareando, silbando, gruñendo y gritando, produciendo sonidos hipnotizantes que siempre nos sorprenden; Frith golpeando una guitarra, dejando caer semillas, y cerillos sobre sus cuerdas… haciendo evidente la influencia que John Cage ejerció sobre él, como sobre muchos otros hombres y mujeres. Y es que, en 1939, probablemente en la Cornish School of Music de Seattle, John Cage escribiría el ensayo Objetivo: nueva música, nueva danza, en el que, entre otras cosas, anotaría lo siguiente:

“En la actual etapa de revolución, está justificada una saludable anarquía. Es necesario llevar a cabo experimentos golpeando cualquier cosa —cazuelas de latón, cuencos, tuberías de hierro—, cualquier cosa que caiga en nuestras manos. No solo golpear, sino frotar, hacer sonidos de cualquier forma posible” [2].

Tres años después, en el 42, un Cage recién llegado a Nueva York profundizaría en sus experimentos con un instrumento que él mismo había inventado, el “piano preparado”, un piano que entre las cuerdas tenía objetos que alteraban sus sonidos.

Conocedor y admirador de la obra de Cage, Frith ha hecho algo parecido con guitarras, colocando toda suerte de objetos entre sus cuerdas, o bien, dejándolos caer sobre ellas, ampliando las posibilidades sonoras del instrumento. Su labor en la experimentación sonora le ha valido un Doctorado Honorario en la University of Huddersfield en West Yorkshire, Inglaterra, y es que Fred Frith no tiene una educación musical formal (tiene un grado en Literatura inglesa y un posgrado en el mismo campo de estudios), pero sus contribuciones a la música son valoradas.

 

Step Across The Border no sólo explora la improvisación sonora a través de los procesos creativos de Frith, explora también los principios del Cinema Directo: la cámara en mano, escenas no controladas, incertidumbre creativa,  la pretensión de una filmación “directa” espontánea de la realidad. Así, el filme adquiere un valor que va más allá del que podría adjudicársele por el mero registro de las actividades de un músico.

Lo que verán son 90 minutos de instantáneas de Frith en múltiples escenarios, en los que frecuentemente es acompañado por amigos (artistas sonoros, músicos, improvisadores) que ensayan y experimentan a su lado. Gran parte de la música de este filme es producto de la improvisación sonora. Verán también algunas secuencias en las que Frith habla sobre su concepción del arte, su experiencia como improvisador, su temor a bailar con las chicas. No encontrarán indicaciones en pantalla respecto a los nombres de los acompañantes de Frith o respecto a los lugares en los que se filman los hechos, pero no son necesarios para reflexionar en torno a la avasallante (y frecuentemente  ignorada) naturaleza sonora de nuestras vidas

Si se animan pueden ver aquí el documental completo:


Si lo descargan, encontrarán subtítulos acá:


Concluyo con una frase de Tarkovski, de su libro La función del arte, citada parcialmente por Frith en Step Across The Border:

“La gran función del arte es comunicar, ya que el mutuo entendimiento es una fuerza que une a la gente y el espíritu de comunión es uno de los aspectos más importantes de la creación artística. Las obras de arte, a diferencia de las obras científicas, no tienen ningún objetivo práctico. El arte es un metalenguaje a través del cual los hombres tratan de comunicarse entre sí, conocerse y asimilar sus experiencias”.

 


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