miércoles, 29 de agosto de 2012

¿Cine, sexo, ficción, documental, arte?



ADVERTENCIA: No lea esto si le disgusta encontrar más preguntas que respuestas.


La semana pasada tuvo lugar en la Ciudad de México una muy interesante muestra de cine llamada “Cine y Sexo, la mirada femenina”, organizada principalmente por el colectivo Ensamble Húmedo.

Me permitiré hacer aquí un par de reflexiones a partir de un cortometraje de ficción, Share, y el documental Sisterhood, ambos realizados por Marit Östberg, directora de cine porno, periodista y destacada activista en pro de los derechos sexuales femeninos y queer. En mi opinión, la importancia de la muestra, que incluyó proyecciones, conferencias y talleres, radica en: uno, discutir desde una mirada interdisciplinaria sobre la pornografía en el imaginario sexual de la sociedad; dos, la realidad de la pornografía convencional, sus implicaciones políticas, sociales, culturales y de género; y tres, reflexionar acerca de una mirada distinta a la sexualidad y la pornografía (postpornografía) desde una visión femenina y feminista, con contenido político y generado desde el activismo.

Sobre las películas de Östberg hablaré de algo más específico, dejando ligeramente de lado la temática, para hablar de los alcances del cine de ficción y el cine documental. 


Share es un corto porno de ficción. Con una realización técnica y estéticamente pobre, nos cuenta la historia de una mujer que se atreve a superar el dolor y los celos que le causa ver a su novia con otra mujer, ¿cómo lo hace? acostándose con ellas, compartiendo el deseo, el cuerpo, el placer y el goce; entendiendo que nadie es dueño de nadie y que el amor compartido con sinceridad, el poliamor, puede hacerse realidad.



Sisterhood es un documental, sencillo en la forma pero profundo en el contenido, en el que se entrevista a las mujeres que participan en Share: tres actrices, la fotógrafa y la directora, quien por cierto, también actúa. Este trabajo, parafraseando a la directora, es una forma de explicar lo que intentó mostrar en la ficción respecto al tema del poliamor y el goce de la sexualidad; pero también es una reflexión del método, la ética, la visión artística y el discurso político que tiene Share como trasfondo. Ejemplo de esto: Östberg decide actuar en la película porque considera que sólo puede pedir que una actriz haga algo si está ella misma dispuesta a hacerlo; todo en el rodaje se decide bajo consenso; las actrices son activistas políticas en pro de los derechos sexuales de la mujer y ven su participación en la pornografía como un acto político de protesta, jamás pensando en obtener dinero. Además, opino que el documental también es una reflexión sobre la naturaleza misma del arte, donde se propone que el arte es primero acción, luego expresión.



Dicho esto, aquí vienen las preguntas: Si tiene una visión de autor y un discurso específico, en este caso político y, además, utiliza un medio y un lenguaje como el cine, que tiene posibilidades artísticas, ¿puede el cine porno llegar a ser arte? 




Es difícil que una obra contenga en sí misma toda la información del proceso creativo, así como, en este caso, la visión de la directora, la fotógrafa y las actrices; entonces ¿deberían las obras ser siempre explicadas al público mediante otro tipo de documento? De ser así, ¿quién tendría la obligación de explicar la obra, el artista o el curador (programador)? Sin duda, este contexto nos puede ayudar a entender la obra, pero ¿se puede disfrutar de la obra sin conocer este contexto? En este caso el documental explica el contexto de la obra de ficción, porque nos permite hablar de la realidad del mundo de las que intervienen en el filme; me pregunto entonces: ¿Puede el documental ser arte? ¿Pierde el cine documental su posibilidad de ser artístico si se limita a sus cualidades explicativas, a pesar de tener una propuesta de autor? ¿Es necesario que el autor de un documental interprete la realidad desde su visión para que su obra se convierta en arte?. Si el documental fuera artístico y por tanto una interpretación de la realidad ¿seguiría siendo veraz? ¿es o debe ser el arte la meta de toda obra y de todo creador?. Y por cierto ¿qué es el arte?.





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